23.3.13


alberto carpio / 3 poemas inéditos


No se sabe si tú, pesando siempre,
eres vacuna o sangre,
un sin ojos, a tientas, dictador
que ni pisó ni pisa su país,
pero desde la fuerza y la certeza
que otorga la ignorancia
-la claridad impune del sin lágrima-
insulas, mueles
la corteza del fruto sin semilla
que apaleas y dices que amamantas. 



ni para suspenderlos ni
para orientarnos no se puede
no podré amarte sin tus límites

tus ojos exponiéndose sin donde


¶         

Dices palabras
sin un cuerpo común,
sin sintaxis,
sin obsesión ni disciplina, dices
por decir, por amor, por no callar,
aún cuando callas
bulles; dices

y apenas quedan

y esos huesos fortuitos
nos definen,
frases sueltas,
morfemas, pataticas, un remedo
de tu forma de hablar
sin su calor,

porque los huesos nunca tienen hambre.



Alberto Carpio (Sevilla, 1983) es profesor de literatura. Prepara una tesis doctoral sobre la poesía de Claudio Rodríguez. Es autor de Los comensales (Pre-textos, 2012). Estos poemas inéditos intentan trazar nuevas líneas en su trabajo.
                

                   

7.3.13


juan manuel rodríguez tobal / 4 poemas inéditos de Las piedras



Aprendimos las piedras.
Aquella infinitud
cabía en unas manos.

Amábamos las cosas pasajeras
con la alegría torpe de las bestias pequeñas.

Al despertar, desnudos,
sentíamos su peso en nuestro vientre.

Nos hacía mamá
limpios de corazón.




Veíamos crecer el fuego entre sus manos.
Era hermoso decir adiós al fuego
como si nunca el fuego fuera a volver a casa.
Era hermoso no arder, no iluminar
con nuestra llama el aire:
era la piedra de la soledad.

Entonces sí era hermoso no saber
ninguna de las formas de la misericordia
para darnos calor.




Cada piedra tenía su silencio.
Ella decía ¿oís?
y no había silencio sepultado en la piedra
que no viniera a dar a nuestro oído.

Era fácil oír:
no teníamos nombre todavía
y éramos verdaderamente simples.
Sí, verdaderamente.



Y un día fue la voz.
Tenía la frescura azul de la evidencia,
la claridad sin sol de la aventura.
Podíamos tocarla
como quien toca un labio, un vientre o unas manos.
Olía a cuerpo nuestro aquella voz,
aquella piedra mínima que abría
un lugar para el frío entre nosotros.

Olía a sombra nuestra,
a sombra ida.





Juan Manuel Rodríguez Tobal (Zamora, 1962) es poeta, traductor y profesor de lenguas clásicas. Edita la colección de poesía “El sinsonte en el patio vecino” de la Fundación Sinsonte. Ha desarrollado una importante labor de traductor en sus versiones de Safo, Anacreonte, Ovidio y Catulo, entre otros. Como poeta ha publicados los libros Dentro del aire (Algaida, 1999),Ni sí ni no (Hiperión, 2002), Grillos (Rialp, 2003; Premio Internacional de Poesía San Juan de la Cruz), Los animales (Segundo Santos Ediciones, 2009) e Icaria (Segundo Santos Ediciones, 2010).