30.12.10

máximo hernández / 4 poemas

Me despierta el incendio de la luz
y me traspasa el ojo hasta encontrarme.
La luz
derrite el párpado de cera,
y así, desprotegido y sin poder cerrarse,
el ojo es siempre ojo,
siempre mira de nuevo cada instante
de luz.

Hasta que arde.


Araño con la uña, hurgo
con el dedo, escarbo
con las manos
en un montón de arena mojada
por los días,
hasta que toco el corazón
de un hombre que
abre los ojos
grita
y me pide que le deje
dormir,
que ya es la noche.


Como el que mira transparencia
en el papel y sólo ve en el fondo
del estanque ahogados alelados
que esperan que los dioses los empujen,
sin saber que ya fueron por ellos empujados.

Como el que busca, a tientas en lo oscuro,
no el camino del medio sino el propio,
mientras dice el desorden del tramo de la luz.

Como el que, en la ignorancia, intuye que
desde el centro de todo la palabra
escapa hacia los barrios olvidados,
en donde dios se escribe con minúscula.

Como el que sólo escucha su sonido,
me pregunto ¿sabe mi voz si es mía?


Desciendo sin control
un tobogán oscuro.

Cuando quiero alcanzar
la luz de las estrellas,
tomo el camino de la ropa sucia.


Máximo Hernández (Larache, 1953). Desde 1960 reside en Zamora. Promotor y colaborador de varios proyectos culturales y editoriales, es autor de los libros de poemas Cerimonial do tempo (1998, Lisboa: Ediçoes Tema), Ciudadano Humo (1999, Iria Flavia: El Extramundi y Los Cuadernos de Iria Flavia), Matriz de la ceniza (1999, San Sebastián de los Reyes: Universidad Popular), libro por el que obtuvo el Premio Nacional de Poesía José Hierro de 1998, La eficiencia del cielo (2000, Cambrils: Trujal), Zooilógico (2004, Barcelona: La Poesía, señor hidalgo) y, finalmente, La conspiración del dolor (2007, Lanzarote: Cíclope Editores).

Además, sus versos han sido publicados en diversas plaquettes, antologías, poemarios colectivos y revistas de creación literaria, nacionales y extranjeras.

Estos cuatro poemas están tomados del libro inédito y sin embargo, el agua…


2 comentarios:

  1. Acudir a las palabras de este poeta, es siempre entrar a la realidad de hombre abismado, no ensimismado, aterido por su ser.

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  2. Hola realmente es inspirador. Me gustaría contactar al autor. ¿Sería posible? mi correo es eduaro.raigosa@gmail.com

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