para Vicente Valero
Estás sentado solo frente al valle
con un libro en las manos
que abandonas a ratos
para poder mirar,
con la calma debida,
cuanto la vista alcanza.
Suena el silencio. A veces,
el rumor de las ramas
o el canto intermitente de algún pájaro.
Respiras hondo. Ves.
Aprecias uno a uno los momentos
que te concede este vivir al margen.
No haces tuya la queja
de los que quieren irse
pero que aplazan siempre
la ocasión de su huida.
Permaneces aquí
por propia voluntad:
es éste tu lugar.
Tú eres de él.
∆
la encina solitaria
Está en una colina, la rodean
rocas, retamas, tierra
donde el árbol arraiga
y parece que apenas se sostiene.
Me la mostró mi padre cuando, niño,
paseaba con él entre los canchos.
Desde entonces retengo su presencia
con la necesidad de lo que dura.
Desde lo alto, observa la ciudad.
Es lo primero que distingo al volver.
Lo último que miro cuando salgo
de las murallas de este microcosmos.
Es algo más que una vetusta encina.
Sola, en su altura, sosegada, es cifra
de la vida a que aspira quien resiste.
∆
la vida interior
para Antonio Moreno
Mi vida es interior.
Vivo hacia dentro,
hacia aquello que allí
se oculta oscuro.
A través de los ojos
la luz entra en estancias
vacías y en penumbra
donde el tiempo se muestra
opaco, inescrutable.
A solas y en silencio
me paro a contemplar
lo que me pasa.
En un rincón angosto,
con aspecto de claustro,
donde canta una fuente
que visitan los pájaros.
Desde ese sitio escucho
la vida que a lo lejos
se me va para siempre.
.
Álvaro Valverde (Plasencia, 1959) ha sido coordinador del Plan Regional de Fomento de la Lectura, director de la Editora Regional de Extremadura, presidente de la Asociación de Escritores Extremeños, así como cofundador de la revista hispano-lusa, en dos lenguas, Espacio/Espaço escrito y director, junto a Jordi Doce, de la colección de poesía Voces sin tiempo.
Es autor de los libros de poemas Territorio, Las aguas detenidas, Una oculta razón (Premio Loewe), A debida distancia, El reino oscuro, Ensayando círculos, Mecánica terrestre y Desde fuera, los tres últimos publicados en la colección Nuevos Textos Sagrados de Tusquets.
Está incluido en algunas antologías de referencia y sus poemas han sido traducidos a diversos idiomas.
Ha publicado las novelas Las murallas del mundo y Alguien que no existe, y los libros de ensayo literario El lector invisible y Lejos de aquí.
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Otro excelente tripulante de altura para este hermoso vuelo donde uno se siente cada vez más seguro.
ResponderEliminarUn abrazo
Paisajes exteriores e interiores, reflexión, símbolos... Tres extraordinarios poemas.
ResponderEliminarÁlvaro, todo lo bien escrito pide volver a ello varias veces. Los tres poemas son limpios y de una madurez y sinceridad ante las referencias de tu vida y tus claves poéticas que no pueden en esa sencillez que pretenden decir mejor lo que dicen. Si 'Aquí' hace de esa cierta conciencia de “vivir al margen” una propia voluntad de ser de este paisaje, de ser parte de él, y en el poema siguiente, el emblemático elemento de 'La encina solitaria' corona las murallas de este microcosmos, al llegar a 'La vida interior' contemplas, en un sinceramiento desasosegante, la derrota del paso irrecuperable del tiempo, la huida de uno mismo. Cabe también, enlazando con el primer poema, pensar también en la vida exterior desasida de uno que pasa cerca o lejos con la conciencia melancólica o elegíaca de no fundirse en ella.
ResponderEliminarPero esa mirada tuya descrita que se levanta del libro para contemplar “con la calma debida, / cuanto la vida alcanza”, no es la de alguien que no sienta ni a quien no le lleguen esos rumores que no son sólo la naturaleza presente del primer poema, sino que se atreve a la indagación consciente de pocos de vivir hacia adentro hacia ese signo o razón vital por no desentrañado o profundo, oscuro. Sólo esa contemplación y equilibrio dan la justa medida de saber que existencialmente se es (y se vive) con ese objetivo hacia afuera y hacia adentro ("desde fuera" y "desde dentro"). Es una poesía de madurez y un autorretrato en una definición del ser a través de un estar en el mundo -aquí delimitado- que te constituye. Gracias por haberlo escrito.