cecilia silveira / 4 poemas
Describir el agua
obligará a la autora a establecer líneas de contacto entre la conciencia que se
siente poderosa en su latido y las cosas indóciles a otro principio que el de
referirnos a nuestra frágil respiración.
AGUA
Necesito describir el agua, ahora que han llegado los caballos,
y el aviador ha salvado a la ciudad,
abrazarme fuerte,
dejarme ir,
y ataviada con una mansedumbre de espejos,
volver a describir el agua.
¶
ROCES
Ha pasado un día desde
ayer, un año desde el año pasado,
y algo le pasa al cielo.
No estamos preparados para
vivir en una casa de cristal,
el resplandor de lo simple
nos distrae,
el verde no logra habitar
el interior,
el último rojo encandila la
luz,
y en la superficie de las
cosas, con el reflejo como disfraz,
intuimos que una parte
intrusa del aire que nos rodea
nos toca.
Estamos hablando del miedo.
El cielo lo deja respirar,
los colores le rinden respeto,
y abrazados a las horas,
nosotros dejamos pasar un miedo más,
mientras del cielo
sigue naciendo el tiempo.
¶
PERMANENCIA
¿Qué es un moribundo ramo
de flores en un jarrón de cristal?
¿Un recuerdo en rebeldía,
una fiesta olvidada,
quizás el sucedáneo del
número dos,
o como dicen los que buscan,
es eso el anticipo del siempre?
La escena encandila la luz
del día:
alguien observa un infinito
jarrón de cristal,
la mirada con memoria
congela lo que no participa,
y permite a las flores
arder.
Solo la luz que se queda en
el agua todo el tiempo
permanece.
¶
DORMIR
Dormimos sobre suelo minado abrazando lo posible.
Sin conocer la densidad de la niebla, entramos por la salida,
colocamos la caja de los guantes de pensar a ras de noche
y
nos recostamos nuevamente a limar nuestras garras.
La capacidad del tanque de aire bajo la entrada disminuye,
y la realidad reclama una aspiración para sobrevivir.
De
madrugada, intentamos apagar la nieve con un frío antiguo,
y nos volvemos a dormir en paralelo, respirando el aire de la
infancia.
Envejecemos por turnos, sin arrepentimientos.
¶
cecilia silveira (Montevideo, Uruguay, 1964) reside en
Córdoba. Forma parte de la Asociación Cultural Mucho Cuento, y he participado
con algunos relatos en antologías de dicha asociación. Ha participado en
Cosmopoética, en Córdoba, dentro del ciclo Anónimos.
¡Qué poemas tan sugerentes! Al leerlos uno se transporta a otro mundo, a otros lugares que el lector termina de construir con Cecilia.
ResponderEliminarUna autora por descubrir. Está más cerca ese momento...
ResponderEliminarMe gustan estos poemas. Te llevan a lugares que sólo existen en la poesía de Cecilia.
ResponderEliminar